Iglesia Santa María Magdalena

Iglesia de la primera mitad del siglo XVI, fue mandada construir para servir como digno templo del lugar de residencia de los obispos de Ceuta. A partir de 1512 los obispos de Ceuta residieron en Olivenza, siendo el primero Fray Enrique de Coimbra, confesor del rey D. Manuel y primero que celebró misa en Brasil.

Falleció el 24 de septiembre de 1532 en Olivenza y fue sepultado en este templo. Sus restos descansan en un sencillo túmulo de mármol, en la capilla absidal del lado del Evangelio.

Para la construcción de la iglesia se lanzó un nuevo impuesto llamado Renta de la Imposición, que gravaba la venta de pescado, carne y aceite.

 

Exterior

Es de estilo manuelino, que parte de un gótico tardío y se singulariza por su carácter decorativo y naturalista, donde no faltan elementos marineros.

En su exterior destacan falsas almenas, pináculos, gárgolas, puertas laterales y la puerta principal –con una portada añadida posteriormente-, atribuida a Nicolás de Chanterenne. Este artista de origen francés realizó en Portugal otros importantes trabajos como la puerta de la iglesia del monasterio de los Jerónimos de Lisboa o un retablo de mármol en el Palácio da Pena de Sintra, aparte de otros trabajos en el Alentejo.

La estructura de dicha portada principal se desarrolla en torno al vano de entrada, con arco de medio punto. A ambos lados, en la parte inferior, sobresalen 4 paralelepípedos en estructura abocinada. En los dos interiores se apoyan dos pares de columnillas de fuste abalaustrado. Los bustos de las enjutas de sus arcos y su friso de grutescos denuncian su estilo plateresco.

 

Interior

Lo que más sobrecoge al visitante es su vasto interior, a un tiempo robusto y sensual, dividido en tres naves por ocho formidables columnas torsas que parecen evocar los calabrotes de un navío. El francés Boytac, y tal vez Diego o Francisco de Arruda, fueron los creadores de este espacio mágico donde el espíritu se siente envuelto por un movimiento que es también reposo. Presenta asimismo retablos de talla dorada del XVIII, retablos neoclásicos en mármol de colores y azulejería historiada.